Aquí dejo un listado de botánicos españoles que estudiaron la naturaleza durante el siglo XVIII y que mejoraron el conocimiento de la botánica y algunos tuvieron reconocimiento internacional...
El Colegio
de Boticarios se constituyó en 1721, con un fin más científico que
profesional. Las primeras enseñanzas que se dieron en el Colegio fueron las de Botánica, cuando fue instalado el Jardín
de Plantas Medicinales en un huerto ubicado en la calle Barquillo (Madrid). Las
clases fueron impartidas por Cristóbal
Vélez (1751). Posteriormente se instaló en la calle Atocha, frente al
Colegio de Medicina de San Carlos.
En los estudios botánicos de aquella época
destacan Juan Minuart y Perets (Sant
Celoni-Barcelona) y Antonio Bolós,
quien se estableció en Olot y fue uno de los más importantes investigadores
botánicos de los montes catalanes. También sobresale la obra Flora Matritensis de C. Vélez, que fue completada por José Quer Martínez (1695-1764) en su Flora Española o Historia de las plantas que
se crían en España (1762).
Se señala, entre los boticarios que se
dedicaron al estudio de la Botánica, a Luis
Riquert, Boticario Mayor de Felipe V que fundó un jardín en Migas Caliente,
donde cultivó plantas medicinales y exóticas. También construyó otro semejante en
el Real Sitio de San Ildefonso. Se considera a Riquert como creador del actual
Jardín Botánico de Madrid en 1755.
Por Orden de Fernando VI y con la colaboración
de Suñol (Médico e Intendente Real),
se nombró director botánico a José
Hortega y como profesores a J. Quer y
J. Minuart (1693-1768). Al Ilustre
Botánico (J. Quer) le sustituyó Miguel Barnades (?-1771), autor de Principios de Botánica. Su labor como
botánico continuó con su hijo M. Barnades y Claris. Fallecidos los distinguidos
botánicos citados, se nombra Catedrático por oposición a Casimiro Gómez Ortega (1741-1810), director durante muchos años del
Jardín Botánico de Madrid y continuador de la Flora Española de J. Quer.
También se designa a Antonio Paláu y Verdera
(1734-1793), segundo profesor, traductor al castellano de varias obras de Linneo
(Fundamenta Botánica, Filosofía Botánica y Species plantarun) y autor de un
herbario de plantas españolas.
Durante el reinado de Carlos III (1781)
consiguió C. Gómez Ortega que el Jardín Botánico se ubicase en el Paseo del
Prado.
OTROS
ILUSTRES BOTÁNICOS FUERON:
Ignacio
J. Asso y del Río (1742-1814), conocido en Europa
especialmente por su trabajo Sinopsis stirpium
indigenarum Aragoniae.
Martín
Sessé (1751-1808) y José Mariano Mociño (1757-1819), expedicionarios en Nueva España y
coleccionistas de objetos de los tres reinos de la naturaleza, escribieron sus
destacadas obras Plantas Novae Hispania (1893)
y Flora Mexicana (1894).
Hipólito
Ruiz López (1752-1816) y José Pavón Jiménez (1754-1840) estuvieron investigando durante 14
años en Perú y Chile, regresando con gran cantidad de herbarios. Autores de Flora peruvianae et chilensis Prodromus y
del Sistema vegetabilium florae
peruvianae et chilensis. Ambos botánicos escribieron sobre Quinología o tratado del árbol de la quina (1792)
y el segundo, J. Pavón, un Suplemento de la
Quinología (1801).
Antonio
Pineda (1753-1792) fue enviado a Filipinas, a principios
del siglo XIX, para estudiar su vegetación, y allí falleció. Así mismo, el
botánico Luis Née, (1734-1803), miembro
de la expedición de Malaespina, aportó observaciones muy valiosas de las
plantas de Filipinas [Manuel Blanco. 1837. Flora de Filipinas. Manila Imp. Sto.
Thomas. Pág. VI].
Otra de las expediciones fue la realizada
a Colombia (Nueva Granada), bajo la dirección de José Celestino Mutis (1732-1808) y patrocinada por Carlos III en
1784. Las obras más importantes de Mutis son: Arcano de la Quina, Historia de los árboles de la Quinología y Flora de la real expedición botánica del
Nuevo Reino de Granada, obra que dejó incompleta y fue publicada a partir
de 1954.
Por último, Antonio José Cavanilles (1745-1804), naturalista y eclesiástico
español, viaja a París en 1777 para seguir los cursos de A. Laurent de Jussieu. Contribuyó al avance de la Botánica con la
publicación de sus obras, entre las que se puede mencionar la Monadelphia, las Icones et descripciones plantarum y los Elementos de Botánica. Estas obras le sirvieron para las
explicaciones de sus clases durante su estancia en la cátedra del Jardín
Botánico de Madrid. Fue nombrado director del Jardín Botánico de Madrid en 1801,
al jubilarse Casimiro Gómez Ortega. Falleció Cavanilles en 1804, también en
Madrid, legando su Herbario al mencionado Jardín Botánico y a su discípulo
preferido, Mariano La Gasca Segura (1776-1839).
BIBLIOGRAFÍA:
BLANCO, MANUEL.1837. Flora de Filipinas 1ª Ed. Manila. Imp. de Sto. Tomás. 2ª Ed. 1845.
BLANCO, MANUEL. 1877-1883. Flora Filipina Augustiniana. 3ª Ed.
Manila. Ed. Domingo Vidal y Soler. Establecimiento Tipográfico de Plana y Cía.
6 Vols.
BLANCO, MANUEL. 1993. Flora de Filipinas. Reimpresión en inglés y
español de la 3ª Ed. Manila. 3 Vols.
BOUTELOU Y SOLDEVILLA, ESTEBAN. 1877. Discursos leídos ante la Real Academia de
Ciencias. Madrid. Imp. Vda. e Hijo de E. Aguado.
COLMEIRO Y PENIDO, MIGUEL. 1858. La Botánica y los Botánicos de la Península
Hispano-Lusitana. Madrid. Imp. M. Rivadeneyra.
FOLCH JOU, G. 1957. Historia de la Farmacia. Madrid. Imp. Patronato de huérfanos de
Oficiales del Ejército.
LÓPEZ PIÑERO, J. M. et al. 1983. Diccionario histórico de la ciencia moderna
en España. Barcelona.
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